La iglesia actual tiene su origen en una pequeña capilla, promovida por la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen. La bendición de la capilla tuvo lugar el 21 de septiembre de 1753. Fue dedicada no sólo a la Virgen del Carmen, sino también a S. Eleuterio. En 1760 se vio la necesidad de realizar obras de ampliación, para hacerla más capaz. Debido a la crítica situación económica de la época, las obras se prolongaron hasta 1773. Una vez más, en 1863, la Cofradía del Carmen decidió agrandar la capilla, debido al creciente número de fieles que a ella concurrían, dando lugar al templo actual.
La fachada del templo encaja dentro de los rasgos estilísticos del barroco del s. XVIII. La imagen que preside la fachada, situada en la ventana-hornacina, es una Virgen del Carmen con una tipología nada frecuente. Se trata de una “Virgen del Carmen- Inmaculada”: de la primera toma el hábito carmelitano; de la segunda, la iconografía, según el modelo de Gregorio Fernández. Es la única imagen de la Virgen del Carmen existente en la ciudad de Santiago con esta tipología.