Historia de la iglesia de S. Fructuoso: Hay constancia documental de que en 1510 existía en este lugar una pequeña capilla que llamaban de la Vera Cruz, situada en el Cementerio de los Peregrinos del Hospital Real de Santiago. En dicha capilla, hacia mediados del siglo XVII, un enfermero del Hospital llamado Bartolomé Barreiro mandó colocar a sus expensas una imagen de la Virgen de la Angustia. A mediados del siglo XVIII, dicha imagen comenzó a ser objeto de una devoción cada vez mayor por parte de los fieles, debido a los numerosos favores que por su intercesión se obtenían, multiplicándose por ello las limosnas a la Virgen.

La creciente devoción a Nuestra Señora de la Angustia motivó la decisión de construir un nuevo templo. Fue promovido por el Hospital Real y sufragado con las limosnas de los devotos. La primera piedra fue colocada el día 11 de junio del año 1754, en nombre del Rey Fernando VI.

El proyecto y la dirección de la obra fueron encomendados al arquitecto Lucas Antonio Ferro Caaveiro, ayudado por el aparejador Ventura Valado. El administrador del Hospital Real y un tesorero designado para la obra fueron los encargados de llevar las cuentas. Se conservan relaciones precisas de todos los gastos, contabilizados semanalmente. La Capilla Mayor se acabó muy pronto, de modo que se pudo bendecir y celebrar en su altar la primera Misa el 29 de septiembre de 1756. La iglesia fue concluida en 1765, aunque en los años siguientes se continuaron realizando obras en el interior del templo.

En 1920 el templo empezó a funcionar como iglesia parroquial, asumiendo como titular a S. Fructuoso.