Celebraciones

“El Bautismo constituye el nacimiento a la vida nueva en Cristo. Según la voluntad del Señor, es necesario para la salvación, como lo es la Iglesia misma, a la que introduce el Bautismo” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1277).

Son los padres los que han de pedir el sacramento para su hijo/a.

“Los padres tienen la obligación de hacer que sus hijos sean bautizados en las primeras semanas. Cuanto antes, después del nacimiento, acudan al Párroco para pedir el Sacramento del Bautismo para su hijo y prepararse debidamente. En caso de enfermedad el niño debe ser bautizado inmediatamente”  (Código de Derecho Canónico, 867).

El Bautismo supone un segundo nacimiento, el inicio de la vida divina en la persona bautizada:

“El fruto del Bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que comprende: el perdón del pecado original y de todos los pecados personales; el nacimiento a la vida nueva; por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo. Por la acción misma del bautismo, el bautizado es incorporado a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y hecho partícipe del sacerdocio de Cristo”. (Catecismo de la Iglesia Católica, 1278).

CELEBRACIÓN DEL DE BAUTISMO:

Los padres  deben pasar por la Parroquia para solicitar el Bautismo y para tener un diálogo con el sacerdote. En dicho diálogo:

  • Se habla de la importancia del Sacramento del Bautismo, de sus efectos y de la responsabilidad que asumen padres y padrinos.
  • Se toman los datos que quedarán asentados en el Libro de Bautismos de la Parroquia.
  • Se concreta la fechas de la celebración.

DOCUMENTOS A PRESENTAR:

  • Certificado de nacimiento o Libro de Familia.
  • Justificante de Confirmación de los padrinos.
  • En caso de personas no vinculadas a la Parroquia: Autorización del Párroco de origen.

CONDICIONES PARA SER PADRINO O MADRINA DE BAUTISMO:

  • Tener cumplidos 16 años.
  • Ser católico, haber hecho la 1ª Comunión y estar confirmado.
  • Llevar una vida congruente con la fe y con la misión que va asumir. Esto quiere decir,  estar viviendo pública y privadamente de acuerdo con la doctrina de la Iglesia Católica.